Andrej Abramic

«Con INDIMAR podemos planificar el espacio marítimo y la gestión ambiental”

El investigador principal del estudio Energía eólica marina en las Islas Canarias. La incorporación de un nuevo sector marítimo, incluido en el proyecto PLASMAR, Andrej Abramic, destacó este trabajo como “la primera iniciativa en la Macaronesia que desarrolla una metodología para la planificación especial marítima basada en el conocimiento científico básico disponible en la actualidad”. Un proyecto desarrollado por un consorcio entre la administración responsable de la microplanificación especial en esta región del Océano Atlántico e instituciones de investigación, en el que “primero hicimos un pronóstico de los sectores marítimos de los próximos años e identificamos sectores tradicionales relevantes” como acuicultura, pesquerías, transportes marítimos o extracciones mineras “y lo que creemos que será un nuevo sector: la energía eólica marina, por el desarrollo de nuevas tecnologías con un gran potencial”, prosiguió Abramic.

En esta línea, el investigador añadió que “queríamos entender los problemas ambientales de cada sector, cómo podemos afrontarlos y reducirlos”, además de evitar o reducir el conflicto potencial en los sectores. Con este fin, subrayó Andrej Abramic, “desarrollamos el sistema de ayuda de toma de decisiones INDIMAR, 

en el que volcamos el conocimiento que hemos desarrollado durante los últimos tres años y en el que incluimos los datos ambientales de las actividades costeras, los sectores marítimos y los datos oceanográficos”, tales como las mareas y corrientes. Asimismo, INDIMAR proporciona el análisis y facilita los conocimientos para introducir un nuevo sector como la energía eólica marina en los actuales. “Identificamos las áreas con menos conflicto para así minimizar el impacto ambiental y también hicimos lo mismo con la acuicultura, para la que esperamos una gran expansión en los próximos años”, matizó.

Así, con las zonas identificadas, “también podemos reducir el impacto ambiental en los sectores tradicionales al tratar de evitar errores anteriores”. Por lo que “entendemos que con la nueva metodología y herramientas que hemos desarrollado no solo podemos trabajar en la planificación espacial marítima, sino también en la gestión ambiental” y en otras cuestiones como “la evaluación de impacto de indicadores ambientales relevantes, en el impacto acumulativo o estandarizar y agilizar los procesos de evaluación de impacto ambiental”, concluyó Abramic.

El investigador principal del estudio Energía eólica marina en las Islas Canarias. La incorporación de un nuevo sector marítimo, incluido en el proyecto PLASMAR, Andrej Abramic, destacó este trabajo como “la primera iniciativa en la Macaronesia que desarrolla una metodología para la planificación especial marítima basada en el conocimiento científico básico disponible en la actualidad”. Un proyecto desarrollado por un consorcio entre la administración responsable de la microplanificación especial en esta región del Océano Atlántico e instituciones de investigación, en el que “primero hicimos un pronóstico de los sectores marítimos de los próximos años e identificamos sectores tradicionales relevantes” como acuicultura, pesquerías, transportes marítimos o extracciones mineras “y lo que creemos que será un nuevo sector: la energía eólica marina, por el desarrollo de nuevas tecnologías con un gran potencial”, prosiguió Abramic.

En esta línea, el investigador añadió que “queríamos entender los problemas ambientales de cada sector, cómo podemos afrontarlos y reducirlos”, además de evitar o reducir el conflicto potencial en los sectores. Con este fin, subrayó Andrej Abramic, “desarrollamos el sistema de ayuda de toma de decisiones INDIMAR, en el que volcamos el conocimiento que hemos desarrollado durante los últimos tres años y en el que incluimos los datos ambientales de las actividades costeras, los sectores marítimos y los datos oceanográficos”, tales como las mareas y corrientes. Asimismo, INDIMAR proporciona el análisis y facilita los conocimientos para introducir un nuevo sector como la energía eólica marina en los actuales. “Identificamos las áreas con menos conflicto para así minimizar el impacto ambiental y también hicimos lo mismo con la acuicultura, para la que esperamos una gran expansión en los próximos años”, matizó.

Así, con las zonas identificadas, “también podemos reducir el impacto ambiental en los sectores tradicionales al tratar de evitar errores anteriores”. Por lo que “entendemos que con la nueva metodología y herramientas que hemos desarrollado no solo podemos trabajar en la planificación espacial marítima, sino también en la gestión ambiental” y en otras cuestiones como “la evaluación de impacto de indicadores ambientales relevantes, en el impacto acumulativo o estandarizar y agilizar los procesos de evaluación de impacto ambiental”, concluyó Abramic.